"Salud mental en la universidad: Un tabú que UCATEC debe romper"

 En Bolivia, hablar de depresión, ansiedad o agotamiento mental sigue siendo, para muchos, sinónimo de "falta de voluntad" o "debilidad". Bajo una cultura arraigada en lo tradicional, donde el sufrimiento psicológico se minimiza con frases como "ponete fuerte" o "eso es cosa de gente ociosa", miles de jóvenes universitarios cargan en silencio problemas que afectan su rendimiento, su bienestar y, en casos extremos, su vida. Y en instituciones como UCATEC , donde la exigencia académica y las presiones económicas y sociales son una constante, ignorar esta realidad es un lujo que no podemos permitirnos.  

La salud mental no es un invento moderno: es una necesidad  

En un país donde prevalece la idea de que "antes no existían estas enfermedades", se olvida que, décadas atrás, los trastornos mentales simplemente no se diagnosticaban. El estigma convertía el dolor en un secreto, y el silencio, en una condena. Hoy, aunque hablemos más del tema, seguimos viendo cómo estudiantes atribuyen su agotamiento a "no dormir bien" o su ansiedad a "los nervios normales", por miedo a ser juzgados. Pero los datos no mienten: la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que de cada 4 universitarios sufre depresión o ansiedad, y en Bolivia, donde el acceso a psicólogos es limitado y la desinformación reina, esa cifra podría ser aún mayor.  

 UCATEC tiene un rol clave

Las universidades no son solo fábricas de profesionales; son espacios de formación integral. Si un estudiante se quiebra emocionalmente, por más brillante que sea, no rendirá. Por eso, UCATEC debería liderar el cambio:

1. Talleres obligatorios de salud mental: Derribar mitos desde las aulas, normalizando el diálogo sobre estrés académico y manejo emocional.  

2. Servicios psicológicos accesibles: No basta con un consultorio esporádico; se necesitan campañas activas que animen a los estudiantes a buscar ayuda.  

3. Sensibilización docente: Muchos profesores repiten frases como *"en mis tiempos no había ansiedad", ignorando que el mundo cambió. Capacitarlos es vital.  

Romper el tabú empieza hoy

La depresión no es "flojera", y la ansiedad no es "drama". Son condiciones reales que, en entornos de alta exigencia como la universidad, pueden escalar hasta volverse insostenibles. Bolivia necesita dejar atrás la mentalidad de que "lo que no se ve, no existe". UCATEC tiene la oportunidad de ser pionera en esta lucha, demostrando que formar profesionales excelentes también implica cuidar su mente.

  

 Fuente: Raul Manuel Siles Flores